"La energía que corre en esta Casa es purificadora y sobre todo sanadora. Es un espacio donde la posibilidad y la oportunidad son las columnas que sostienen este templo de amor y de mi vida."

Annie

"Mi cansancio, mi frustración por haber hecho tantos intentos para recuperarme y sin lograr nada, me convencieron a dar este nuevo paso.. aquí en la Casa todo es diferente. Volvi a tener sueños, se fue la frustración y me siento con ganas de continuar de nuevo." Irexis

“Una Casa enorme, pero tan acogedora. Espacios más pequeños crean más distanciamiento; sin embargo, en mi Casa es imposible estrechar más los lazos que nos unen a todos los que allí tuvimos, o tienen, la bendición de vivir. Una sola explicación: el Amor.Hermosa nuestra Casa, donde, a pesar del arduo trabajo que se realiza, por toda esquina se respira paz y cariño... En la Casa aprendí, crecí y fui privilegiada. La Casa inicio una transformación en mí que continuaré alimentando cada día que pase.
Gracias por ver lo bueno en mí y llevarme de la mano por este nuevo y hermoso camino.”

"Súper agradecida. Un día como hoy, llegué a Casa La Providencia. Gracias por abrirme las puertas y ayudarme a encontrar la salida de aquel oscuro hoyo en que me encontraba. Ni mi familia y mucho menos yo los olvidaremos, mil bendiciones.”

“Gracias a la generosidad de esta organización, puedo seguir teniendo oportunidades laborales y felicidad junto a mi familia.”
-J.González

“Hacen un trabajo fantástico con sus participantes a través de sus multiples programas. Sin duda es un honor participar como voluntaria.” - L. Maldonado

“Después de haber estado años sin norte, Casa La Providencia le dió sentido a mi vida. Fue una experiencia enriquecedora a nivel personal pero también profesional. Gracias al equipo terapeútico de excelencia e confirmado mi deseo de continuar mis estudios en psicología clínica para también contribuir a mi sociedad que tanto lo necesita. Llevo 6 meses de haber culminado el programa y cada día le agradezco a la Casa por haberme abierto sus puertas y haberme Renacido a la Vida".
- Laura

"A pesar de los intentos por salir de la adicción, siempre volvía a caer y esto restó las esperanzas de poder alcanzar otra realidad. Llegó el momento en que le pedí a Dios que me enseñara a vivir si no me iba a dejar morir. Hoy vivo eternamente agradecida a
Casa La Providencia por esta oportunidad; por haberme quitado la venda que cubría mis ojos; haber salido de la bruma y miseria en que estaba y haber hallado un nuevo modo de vivir.”

—Claudia